Bye bye Nepal

Tras una noche sin incidentes (bichos) salimos del hotel cargados con nuestras mochilas hacia la frontera. Las ponemos en un rickshaw y el conductor nos lleva hasta la inmigracion de Nepal y la de India para formalizar los tramites y luego a la estacion de autobuses donde cogemos un bus que tras tres horas nos lleva a Gorakhpur donde cogeremos el tren que va directo a Calcuta.



Como el autobus era local, la gente era muy variopinta. No sabemos como se consiguen meter en estos pequenos buses a nosotros no nos caben las piernas en el hueco entre los asientos.

Al entrar en el bus casi interrumpimos a un grupo de viajeros que estaban contemplando absortos una pelicula india.

No os hemos comentado nada sobre el cine indio, pero para que os hagais una idea, estos son los ingredientes que debe de tener una peli de aqui:

1. Una chica enamorada (con voz de pito, imprescindible) que reprime sus sentimientos: la novia
2. Un chico enamorado exaltado, que no hace otra cosa en la vida que cantar alrededor de la chica mientras esta pasea casi indiferente: el novio
3. Un grupo de chicas que siempre acompana a la novia y que en plan 7 novias para 7 hermanos hacen una coreografia imitando los movimientos de ella
4. Un grupo de chicos que hacen lo propio con el novio
5. Una apoteosis final que consiste en la mezcla de ambos grupos cantando, lo cual parece simbolizar que la cosa al final sale adelante entre los novios.
5. Todo esto con una estetica mezcla entre Sarita Montiel, Alfredo Landa y Marisol
6. Nota: nunca hay beso final, ni intermedio: aqui no se besan en las pelis.

Llegamos a Gorakhpur y nos encontramos un Sunauli a lo bestia. Si Sunauli no nos gusto, Gorakhpur es que ni siquiera lo intentamos explorar. Nos metimos en la estacion tras un infructuoso intento de desayuno y a esperar el tren.