lunes, agosto 23, 2004

Odisea en los autobuses

Hoy otro dia de "palicilla". Viaje matutino en un bus como los que nos tienen acostumbrados aqui a Hue, antigua capital de Vietnam cuando era provincia de China, a partir de 1800. Aqui vemos los restos de la ciudad prohibida, y del palacio real. Este viaje es de 140 kilometros y se tarda 5 horas y media en hacer. Que paciencia, que pacienciaaaaa.

Hacemos migas con una pareja de espanyoles de Vitoria (Aitor y Marta) y nos vamos con ellos a hacer una visita relampago de 3 horas a Hue, para lo cual contratamos 5 moteros (3 moteros y 2 moteras) que nos llevan a tres de los lugares de interes de esta ciudad. Los moteros nos devuelven a la parada del bus justo a tiempo para subirnos sin poder comer nada. Ya comeremos en alguna de las paradas.

Este viaje prometia ser diferente... y lo fue. El bus era con asientos reclinables!!! No te dabas con las rodillas en el asiento de delante!!! Todo un lujo, vaya!. Y encima, como iba medio vacio pudimos sentarnos cada uno en una fila distinta con la intencion de poder dormir tumbados cuando llegara la noche. Pobres ilusos de nosotros!. El autocar iba parando cada poco tiempo y se iban subiendo mas y mas pasajeros vietnamitas hasta llenar todos los asientos disponibles. Una vez ocupados todos los asientos... siguio admitiendo viajeros! Donde iban sentados? Pues en "comodas" sillas plegables practicamente sin respaldo ocupando el pasillo central del autocar. Al final, cuando ya estabamos en camino a Hanoi, era materialmente imposible moverse del asiento sin pisar, cuanto menos, a media docena de pasajeros.

Para algunos de los vietnamitas estas incomodidades no parecian ser realmente un problema. Una abuela que no cumpliria ya los ochenta anyos se instalo tumbada en el suelo sobre una esterilla de poco mas de un metro. Otra chica joven se coloco en postura fetal tumbada sin moverse entre dos sillas (la suya, y la de la abuela que parecia no necesitarla) y aguanto asi durante al menos ocho horas. Pero no todos eran tan adaptables.

Una jovencita de apenas quince anyos viajaba con su amiga en la parte trasera del autobus. Ella iba sentada a la derecha de Julio, y su amiga, a la izquierda en una de las sillas plegables. A los quince minutos comenzo a vomitar por la ventana. Aquello si que prometia, por que se mareaba con tan solo decir que si con la cabeza, asi que ..... Tenia que dormirse a cualquier precio. Al principio, pidio amablemente permiso (por senyas, ingles ni palabra) para apoyar la cabeza sobre el hombro de Julio. La amiga, mientras tanto, no daba con la postura y no hacia mas que moverse de un lado a otro. Al final... Julio en vela, cuidando de dos chiquillas, una de las cuales dormia reposando la cabeza sobre su pecho y otra sobre sus rodillas! Leido, parece una escena de lo mas tierna, pero en vivo y en directo.... no habria estado mal dormir al menos un par de horitas.

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